16 de junio Día Internacional de las Remesas Familiares
Recuperación y resiliencia a través de la inclusión digital y financiera

El Día Internacional de las Remesas Familiares, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, se celebra anualmente el 16 de junio.
En este día se conmemora la contribución de los más de 200 millones de mujeres y hombres trabajadores migrantes que envían dinero a sus más de 800 millones de familiares en sus países de origen. También se pone de relieve la gran resiliencia de esos trabajadores migrantes ante las inseguridades económicas, los desastres naturales y climáticos y la pandemia mundial. El Día Internacional de las Remesas Familiares ahora se celebra en todo el mundo y se considera una iniciativa clave para poner en práctica el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular (en especial, su objetivo 20), donde se hace un llamamiento a la reducción de los costos de las transferencias y a una mayor inclusión financiera a través de las remesas.
Las remesas, o pagos transfronterizos interpersonales de valor relativamente bajo, son un salvavidas esencial para el mundo en desarrollo. Las remesas individuales pueden ser de un valor relativamente bajo pero, en su conjunto, estos flujos triplican el importe que se destina en todo el mundo a la asistencia oficial para el desarrollo. Las remesas sirven para atender muchas necesidades básicas de los hogares y apoyan el desarrollo de competencias y oportunidades mediante la formación y la iniciativa empresarial. Esos recursos tienen efectos transformadores en los hogares y las comunidades locales, y favorecen que muchas familias logren sus propios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Los flujos de remesas se han multiplicado por cinco durante los últimos 20 años y han servido para contrarrestar las recesiones económicas en los países receptores por su carácter anticíclico. La COVID-19 ha sido una prueba de fuego para las remesas mundiales. De hecho, las primeras previsiones de fuertes caídas subestimaron en gran medida la resiliencia de los flujos de remesas. Un informe del Banco Mundial publicado en mayo de 2021 revela una disminución de las remesas de solo un 1,6 %, al pasar de los USD 548 000 millones en 2019 a los USD 540 000 millones en 2020. Pero los datos actuales aún muestran más su fortaleza ya que, de acuerdo a los datos de 2021, las remesas han aumentado, llegando a alcanzar los USD 605 000 millones (Banco Mundial, 2022).
La resiliencia de esos flujos no sorprende. Las remesas constituyen la vertiente financiera del contrato social entre los migrantes y sus familias en sus países de origen. Si bien estos flujos de entrada ascienden a miles de millones, la cifra más importante corresponde a las remesas mensuales de un promedio de entre 200 y 300 dólares.
Los cambios de comportamiento entre los migrantes y la diáspora durante el último año han impulsado todavía más la resiliencia de las remesas. Entre esos cambios cabe destacar el aumento de los ahorros para apoyar los flujos de remesas, el mayor uso de los canales de envío oficiales y el primer envío de dinero de más migrantes a sus hogares. La depreciación de la moneda local en los países receptores y el mayor apoyo gubernamental a los migrantes legales en los países de acogida durante la pandemia también han influido.
Uno de los principales catalizadores de las remesas oficiales durante 2020 y 2021 fue la adopción acelerada de la tecnología digital por parte de los trabajadores migrantes y sus familias. La digitalización en línea y móvil ha impulsado los flujos de remesas durante este difícil período y lo seguirán haciendo en el futuro. Solo las remesas enviadas con tecnología móvil aumentaron un 65 % durante 2020, hasta alcanzar los USD 12 700 millones (GSMA, 2021). Este cambio se vio favorecido por los confinamientos y las normas de distanciamiento físico que impulsaron el abandono de los canales informales y el uso de efectivo por parte de los remitentes y los destinatarios. La digitalización es más económica que las transferencias de efectivo y ha reforzado la adopción del dinero móvil, lo que promueve la inclusión financiera de los migrantes y sus familias.
El Día Internacional de las Remesas Familiares y las Naciones Unidas encomian la determinación y la resiliencia del espíritu humano personificado en los trabajadores migrantes. Además, las Naciones Unidas hacen un llamamiento para que los Gobiernos, el sector privado, las organizaciones de desarrollo y la sociedad civil promuevan las soluciones digitales y financieras para que las remesas impulsen una mayor inclusión y resiliencia sociales y económicas.
Dispones de más información en familyRemittances.org y en el sitio del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola.
Fuente: www.un.org