Restauración de ecosistemas en la cuenca del Santa Lucía
El Plan de Restauración de ecosistemas en la cuenca del Santa Lucía continúa avanzando
Plantas nativas vualven a la vida.
El Plan de Restauración de ecosistemas en la cuenca del Santa Lucía continúa avanzando. En la jornada del jueves 6 se inauguró una tercer zona de plantación de nativas, al otro lado del embalse de Paso Severino, próxima a 25 de Mayo, que da continuidad al trabajo que Mvotma y vecinos de Cardal viene realizando desde mediados de 2016.
Luego de haberse completado la plantación de tres mil ejemplares en las primeras dos zonas definidas como estratégicas, contando con la enorme colaboración de decenas de voluntarios de distintas procedencias, se inicia el proceso en este nuevo punto, que forma parte del predio perimetrado por OSE de acuerdo a las medidas del Plan de Acción para la Protección de la Calidad del agua del Santa Lucía.
En este punto el pastizal aún no crece, se puede intuir claramente la presencia del hombre, de animales, de actividades humanas que en muchos casos inhabilitan la posibilidad de que el ecosistema se recomponga. Por eso representa un nuevo desafío, porque no es solo plantar, es generar conciencia de la importancia del cuidado ambiental, es intentar modificar hábitos y tradiciones arraigadas, es trascender la idea del bien personal en favor del bien común. Esto implica para los técnicos de Dinama-Mvotma y los referentes locales comprometidos con esta tarea, además de: planificar el proceso y plantar… recorrer la zona, dialogar con los vecinos, con los propietarios linderos, tejer redes locales de protección.
Con 100 plantas nativas, entre ellas Sarandí blanco, Sarandí negro, Palo amarillo y Sauce, y la colaboración de 15 voluntarios del Programa Nacional de Voluntariado, se inició este nuevo punto de plantación.
Para los y las voluntarias la riqueza de la experiencia no se reduce solo al plantar, es aprender, es conocer a otros con preocupaciones similares, es tejer redes. Carina está en un emprendimiento de aromatizadores naturales; Karla incursionó en cultivo de brotes; Mónica vende miel natural. La valoración por lo ambiental, por la naturaleza, ya la traen consigo.
Gloria es una de las voluntarias que eligió ser parte y sumarse a toda propuesta que busque la mejora ambiental: “me encanta colaborar con la naturaleza y trabajar para que se preserve lo esencial. En esta zona puntual se ve que los animales han destrozado mucho, está todo muy pisado, poca vegetación, esperemos que esto de sus frutos y se pueda recuperar”.
Las plantas nativas liberadas a la naturaleza marcan presencia en una nueva zona, siempre en el entorno del embalse, a medida que la plantación avance un buen entendedor sabrá leer "aquí hay gente en obra" o "estamos trabajando para usted". Porque quienes vienen a plantar no lo hacen por un beneficio personal, lo hacen por todos, lo hacen por el ambiente, lo hacen por un futuro sostenible.
Mónica, otra de las voluntarias que participó por primera vez, sintetizó la experiencia: “Para mí es una oportunidad de aprender y colaborar, estoy aportando algo que va a quedar para otra generación, aportando a un futuro sostenible, y disfruto haciéndolo, me parece una conjugación perfecta (...) La manera de cambiar lo que no nos gusta y construir un mundo mejor es haciendo… no quejándonos y protestando”.