Comenzó temporada de avistamiento de ballenas
Cientos de curiosos diariamente se acercan a las playas uruguayas para disfrutar de sus saltos.
Llegaron las ballenas a Uruguay
¿Cuánto come un ballenato? ¿por qué llegan a Uruguay? y ¿cómo se comunican? son algunas de las respuestas que podés descubrir en las costas de Rocha y Maldonado entre julio y octubre de cada año, periodo de arribo de las ballenas francas a Uruguay. Nos visitan en busca de aguas tranquilas y templadas para reproducirse, amamantar y cuidar a los ballenatos.
Cientos de curiosos diariamente se acercan a las playas uruguayas para disfrutar de los saltos, aletas, caudales y soplidos en forma de “V” característicos de la ballena Franca Austral muchas veces a escasos metros de la costa y bajo un paisaje incomparable.
La observación de los cetáceos en Uruguay se puede realizar desde la propia costa en tierra firme o en embarcaciones. Diferentes empresas privadas ofrecen excursiones en barco que parten desde el puerto de Punta del Este o Piriápolis.
La costas del Océano Atlántico Sur son parte de su ruta migratoria. Durante el verano se alimentan de toneladas de krill en zonas cercanas a la Antártida para luego comenzar su migración hacia Península Valdés (Argentina), Maldonado y Rocha (Uruguay), hasta llegar a Imbituba, Ferrugem (Santa Catalina, Brasil), donde se reproducirán y darán a luz a sus ballenatos.
“FRANCAS” SEÑAS
• Una ballena Franca crece a razón de tres centímetros y medio por día, hasta alcanzar en su etapa de adulto los 16/17 metros de largo, lo que equivale a un ómnibus y medio, y unas 50 toneladas de peso o unos 10 elefantes.
• Un ballenato se alimenta de unos 380 litros de leche por día y este es el único alimento que tendrá durante el primer año de vida.
• Tiempo de vida: 60 años | Velocidad de nado: 30 Km/h | Profundidad de descenso: 300 m.
• Carece de dientes y en su lugar posee dentro de su boca unas 460 barbas, de hasta 2,5 m de largo, que utilizan para filtrar el alimento: krill y copépodos. Son capaces de ingerir 300 kg en una hora.
• Morfología: la cabeza ocupa ⅓ de su cuerpo y está rodeada de callosidades. La distribución, dimensión y forma de estos callos varían de una ballena a otra y no están sujetos a cambios con el correr del tiempo, por lo que son homologables a las huellas digitales de los seres humanos.
• Sonidos, saltos y golpeteos: las ballenas y delfines poseen la capacidad de emitir una amplia gama de sonidos y movimientos que cumplen un rol fundamental durante su ciclo vital, para la comunicación, navegación o la detección de alimento, predadores o incluso para atraer a su pareja.